El diálogo
entre la comunicología y las ciencias psicológicas
Si existe
una obra que podamos denominar como fundamental y prioritaria para el estudio
de la comunicación desde un enfoque sistémico, ésta es Teoría de la
comunicación humana. Sus autores son conocidos como miembros fundacionales
de los trabajos sobre comunicación realizados desde la denominada Escuela de
Palo Alto, también conocida como “Colegio Invisible” por sus particularidades
en la organización colectiva de sus trabajos e investigaciones.
Epistemológicamente, esta obra se ubica dentro de la dimensión
sistémica, pues sus aportaciones no van en la línea del positivismo ni la
hermenéutica. Se inserta, por tanto, en la nueva ruptura epistemológica que
abandona nociones como la linealidad y la objetividad en la construcción de
conocimiento, y aboga por un acercamiento circular y holístico del objeto de
estudio.
Siendo una obra que funge como organizadora de gran parte del
conocimiento producido por la Escuela de Palo Algo, Teoría de la
comunicación humana presenta una completa aportación al vasto mundo de las
teorías de la comunicación. Sin embargo, y paradójicamente, este libro no goza
en la actualidad de una presencia caudal en el campo académico de la
comunicación. El predominio de los enfoques empírico-positivistas, por un lado,
y la primacía de los estudios sobre medios de difusión, por el otro, pueden ser
algunos de los factores causantes de esta situación.
El objeto específico de esta obra es la interacción, entendida como
matriz fundamental de toda comunicación humana. La interacción ha sido, sin duda
alguna, uno de los principales campos de preocupación de disciplinas como la
Psicología Social y la Sociología Fenomenológica, y desde enfoques menos
sociológicos, también ha sido objeto básico de los estudios realizados desde la
teoría Cibernética.
Esta obra está escrita en los años setenta, en la época de desarrollo
del campo de la comunicación en Estados Unidos. Sin embargo, y pese a situarse
en el contexto pionero de la creación científica en comunicación, Teoría de
la comunicación humana no fue una obra escrita específicamente para y desde
el campo de la comunicología. Más bien, sus aportaciones fueron encaminadas a
enriquecer los estudios sobre terapias sistémicas, y el campo de la psicología
y la psiquiatría en general.
En cuanto al género, se trata de un libro fundamentalmente teórico, lo
cual no significa que esté vació de ejemplos ilustrativos. Para el campo de la
comunicación, la complejidad de la obra puede radicar en la especialización del
lenguaje usado, así como en la ubicación del centro de la reflexión en los
procesos interpersonales de interacción y no en los procesos de difusión de
información que tienen lugar a través de los medios masivos.
Teoría de la comunicación humana consta de
una introducción, siete capítulos y un epílogo. El orden de exposición es de lo
general a lo particular. Así, los primeros capítulos exponen los fundamentos
generales de la comunicación humana siguiendo la propuesta de la Escuela de
Palo Alto, mientras que los tres últimos capítulos contienen ejemplos de análisis
concretos en los ámbitos de la literatura y la psicoterapia. Este último tema
se encuentra desarrollado a partir de los conceptos de comunicación patológica,
doble vínculo, paradoja y perturbaciones de la comunicación. El epílogo es una
síntesis de las ideas expuestas en los capítulos, y ofrece también una
comparación entre la teoría de la comunicación humana propuesta por la Escuela
de Palo Alto, por un lado, y la perspectiva existencial sobre lo humano, por el
otro.
El segundo
capítulo es fundamental porque en él se exponen los denominados axiomas de la
comunicación humana, esto es, los fundamentos de la comunicación de los que
partieron todos los estudios realizados desde la Escuela de Palo Alto. También
el cuarto capítulo es especialmente importante, ya que en él se exponen las
características del sistema interaccional, la propuesta teórica básica de la
escuela. Los últimos capítulos son más importantes para el ámbito de la
psicoterapia y la psicología en general, aunque también aportan numerosos conceptos
e ideas para la comunicación.
Pese a proceder de la Psicología Social y la Sociología Fenomenológica,
este libro debiera ser considerado un clásico dentro del campo de la
comunicología, sobre todo para las aproximaciones realizadas desde los enfoques
sistémicos. Fundamentalmente, Teoría de la comunicación humana ofrece al
lector un completo espacio conceptual para la aproximación teórica y empírica a
todo lo relacionado con la interacción y los procesos de comunicación
interpersonales.
Por todo lo anterior, se puede decir que esta obra es importante porque
establece un diálogo entre la comunicología y las ciencias psicológicas, sobre
todo en la vertiente de las psicoterapias. La consolidación de los estudios
sobre medios de difusión, así como la emergencia y consolidación de los
estudios culturales en las dos últimas décadas, ha ensombrecido la importancia
de esta obra en el campo académico de la comunicación.
Watlawick,
Beavin y Jacskon son tres actores fundamentales dentro de la Escuela de Palo
Alto. Su trayectoria de producción bibliográfica tiene un eje conceptual
central: la interacción. En la mayoría de los casos las obras de estos autores
están enfocadas al ámbito de las psicoterapias, de las terapias sistémicas, de
ahí que la comunicación patológica y sus perturbaciones –objetivadas en casos
de enfermedades como la esquizofrenia- tomen especial relevancia dentro de la
producción de la Escuela de Palo Alto. Esta obra es la suma de los trabajos
realizados desde esta escuela, ya que en ella se recogen no sólo aspectos
teóricos generales acerca de la pragmática de la comunicación humana, sino que
también se exponen análisis prácticos, de casos, que ilustran la teoría.
Referencia:
Watzlawick,
Paul (et.al.). (1971). Teoría de
la comunicación humana. Interacciones, patologías y paradojas, 1ª Edición.
Buenos Aires: Tiempo Contemporáneo, 258 páginas. Traducción de Noemí
Rosenblatt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario